miércoles, 6 de agosto de 2014

Reyes Estallar - "La Muerte en una Buena"

Es cómico que el debut de una banda se titule “La Muerte en una Buena”. Pero acá lo único que podemos encontrar es “nacimiento”. No estético-musical, pero sí de actitud. O más bien un retorno o reivindicación de las raíces: el Rock and Roll en su pureza traída al siglo XXI.

Reyes Estallar tiene su toque “romántico” por 2 aspectos.

Para empezar, su formación, que consta de 2 guitarras, 2 voces y batería. No hay bajo. Aunque muchos lo verían como una carencia, es ese supuesto “vacío” lo que le da un toque ameno, más íntimo, algo que podrías escuchar en el garage de la casa vecina. Además, esta falta sin duda es adrede, pues fácilmente uno de los integrantes podría haber tocado el bajo. La exclusión consciente del instrumento, demuestra que la banda, por más que se trata de Rock and Roll puro, tiene claro el sonido que quiere traer a su música y que no se maneja con simples convencionalismos.

Pero lo más “romántico” se da por quienes tocan los instrumentos: Nicolás Barcia (guitarra eléctrica y voz), Matías Cantante (guitarra acústica y voz) y Carlos Priario (batería y percusión). Por un lado, se podría tratar de esas formaciones denominadas “super banda” ya que nos encontramos con Nicolás Barcia, uno de los veteranos de la escena under del Rock uruguayo quien fue líder de una de las bandas más importantes e interesantes del país, Chicos Eléctricos, y que ahora, además de esta, integra otra banda muy interesante del momento llamada Hotel Paradise, Matías Cantante, líder de bandas de la escena under actual como Los Extraterrestres (de quienes escribí anteriormente) y Los Nuevos Creyentes, y Carlos Priario, integrante de Hablan por la Espalda, una de las bandas uruguayas (ya no muy under que digamos) más interesantes de este momento y que por suerte vienen escalando hacia el reconocimiento totalmente merecido. Y es esta integración, uno de los padres del rock under del Uruguay y unos de los “hijos” de esto, que le da ese toque “romántico”, al menos para los que conocemos sobre la historia de la escena y que somos fanáticos de no solo la música, sino de la colectividad que se da. Para hacer una analogía, es como aquella unión entre Neil Young y Pearl Jam para el disco “Mirror Ball” y su consecuente tour.

Este disco debut titulado “La Muerte en una Buena” y lanzado por Bandcamp el 29 de Julio de este 2014, nos trae un Rock and Roll de raíces atemporal, porque suena actual, pero es algo que cuajaría perfectamente en los ’70. La influencia más clara, o al menos más prominente, es The Rolling Stones, aunque el momentáneo desvío de esa línea puede llevarnos a los aires de sus hermanos estadounidenses, Flamin’ Groovies. Pero dentro de esta clara superficie se encuentran mezclados otros ingredientes, como el Outlaw Country de artistas como Johnny Cash y Willie Nelson y hasta el la faceta más rockera de Bob Dylan. Y lo que sin duda está presente en algo más por la actitud es el Punk, lo cual no sorprende ya que tanto Barcia como Cantante y Priario siempre han tenido ese género musical presente en sus creaciones.

Una de las cosas que destaca este disco son las guitarras de Barcia. Es de esos guitarristas que tienen la capacidad de hacer riffs no muy complicados pero con el toque necesario para que tengan su atractivo, uno que hace que los temas puedan diferenciarse por más parecidos que puedan llegar a ser en ciertos casos. Por un lado, podría decir que a medida que correr el tiempo, sus guitarras se vuelven cada vez más trabajadas. Claro, siempre atrae ese atractivo desgarrador que tuvo Chicos Eléctricos, pero siendo objetivo, sus guitarras en este trabajo, y más aún en Hotel Paradise, demuestran su evolución. Pero más allá de eso (porque a fin de cuentas siempre se trata de algo subjetivo), hay algo que es indiscutible y es que ha logrado una versatilidad enorme dentro del campo del Rock más crudo, ya que las guitarras en Chicos Eléctricos son muy diferentes a las de Reyes Estallar y Hotel Paradise. Es más, hasta los de estas dos últimas son diferentes y ambas son contemporáneas. Además, en este disco mismo podemos encontrar una variedad de riffs, cada uno con su propia “personalidad”, más allá de que jueguen más o menos en el mismo terreno.

Aunque tanto Cantante como Barcia cantan, el primero es el que se lleva el premio en este disco. Mientras que en la mayor parte del trabajo de Extraterrestres y Los Nuevos Creyente se encuentra cruda y quebradiza al mejor estilo punk, aquí su voz es mucho más dulce y pura, a veces hasta adolescente (excepto en “Pejerrey”). Ciertos glissandos que llevan de una nota a la otra le dan un toque mareadiso que, aunque el tempo está siempre bien marcado por los otros instrumentos, genera una duda si el siguiente acorde caerá donde “debe” caer. A su vez, ciertas vocales son cantadas con una voz más nasal. Todo esto le da un carácter más inocente a las canciones en la que es protagonista su voz. Y esto, mezclado con la música enérgica, se transforma en un combo que puede gustarle a cualquiera de verdad (lo cual no es fácil de lograr).

Priario no queda atrás. En ningún momento se aleja de los ritmos más típicos de este género, ni siquiera vamos a encontrar algún instrumento de percusión un poco diferente. Su set de batería es básica. Pero el interés en sus participaciones no decae debido a cómo toca estos ritmos, estos instrumentos. Y el “cómo” es fuerte y potente. No pierde en ningún momento el swing necesario para que esto sea Rock and Roll, pero esa sobrecarga de energía  hace que esta música esté entre el baile y el desaforo.  Obviamente que esto se da sobre todo en los temas más potentes, ya que en los temas más tranquilos es capaz de contenerse.

Aunque son solo 9 canciones, hay 3 que destacaría.

La balada desolada de base acústica,  “Su calavera”, es una de ellas. Por un lado, la voz de Cantante llega a su punto máximo en el disco (y a mi considerar, en todo lo que he escuchado de él), con melodías que, gracias a las notas largas, glissandos de nota a nota, el timbre de la voz pura y su forma de cantar un poco despreocupada, atrapan rápidamente. Ayudan mucho los cambios de dinámica de parte Priario entre los versos y el estribillo para que el tema tenga sus contrastes a pesar de la repetitiva armonía. Si tuviera que decir dónde se encuentra la mejor participación de Barcia en la guitarra, sin duda diría que es aquí. El riff principal tiene muchas variaciones a pesar de su corta duración y es interesante como cada acorde en el correr del tema tiene su propia forma de ser tocado. Sin duda la jema del disco.

“Hooker Mike” es otra. No es la gran cosa. Es un tema de Rock and Roll como varios más, con un riff típico del género, al igual que la letra, ritmo, arreglos, etc. En fin, no nos vamos a encontrar con nada que no hayamos escuchado antes. Sin embargo, cada uno de estos detalles está hecho a la perfección. Aquí supieron tomar cada “herramienta” utilizada un millar de veces en el Rock and Roll, explotarlas al máximo y así dar algo que no es nuevo pero sí logrado a la perfección. La guitarra tiene el sonido sucio necesario, la voz la crudeza para darle ese toque rebelde (incluso las notas desentonadas adrede ayudan mucho), la batería tiene su energía y swing en el tope. En fin, todo está en el nivel más alto que podría estar una canción de Rock and Roll bailable y efervescente o una canción de Rock and Roll para destrozar una casa entera. Estas 2 cosas combinadas en su punto máximo dan lo que a mi consideración es un excelente tema de Rock and Roll.

La 3era a destacar es “Divinorum”, por su melodía en un registro medio grave y los demás acompañamientos vocales y las participaciones de la guitarra eléctrica de Barcia (que gracias a la distorsión, sus arreglos en momentos se vuelven un poco difusos y le dan cierto atractivo). Gracias a todo esto, sumado a la percusión bastante minimalista pero con un timbre característico, se logra plasmar un paisaje bastante claro que remite a un viaje en ruta.
 
Algo que varios podrían decir es que es una música totalmente anglosajona y que no nos representa como latinoamericanos, etc, y en eso quisiera detenerme.

Yo soy de creer que es no solo interesante, pero necesario crear un lenguaje musical que se nuestro. Sin embargo, hay que tener ciertas cosas en claro. Empezando por algo general, la forma de concebir música en prácticamente TODAS las prácticas musicales latinoamericanas parte de planteamientos europeos. El pensar que “hay una armonía” y que esta “se mueve de tal manera” y que el discurso musical se da de una forma y que “cierta cosas están mal y otras bien”, no solo en las músicas populares más consumidas, sino también en los ámbitos más experimentales, es de proveniencia europea. Eso incluye hasta los mayores reivindicadores del latinoamericanismo. Porque lamento decirlo, pero hasta las figuras que más han representado ese latinoamericanismo, como Violeta Parra, Mercedes Sosa, etc., están extremadamente influenciados por ese longevo colonialismo, pues afinan como “hay que afinar” según los europeos, entonan como ellos dicen, usan acordes y movimientos armónicos que en la mayoría de los casos respetan hasta las reglas más fundamentales de la música tonal y podría seguir con un enorme listado de aspectos que los hacen “europeizados”. Si de verdad alguien quiere ser “latinoamericano”, o más bien alguien despojado en lo más posible de las prácticas europeas (porque digamos que ser puramente latinoamericano es imposible porque no queda nada puramente pre-colonial), va a tener que ir en contra de TODO lo que conoce, incluso de la manera de pensar y concebir música. El día que alguien lo haga, seré el primero en aplaudirlo porque soy de los que no solo cree que hay que experimentar cosas nuevas, sino que intento incentivarlas e incluirlas. Mientras tanto, pueden haber análisis y planteamiento filosóficos, pero como digo a veces, “bajen el puño un poco que se van a acalambrar”.

Pero hay algo más importante aquí y es que se trata de Rock. Este, por más que nació en EEUU, no es un lenguaje musical folclórico. A nadie, ni siquiera los estadounidenses, se le ocurriría decir que el Rock es algo propio de EEUU y que el resto del mundo está haciendo música estadounidense. Sí puede tener influencias del folclore de ellos, como cuando se usa Blues con bastante pureza u otros géneros. Pero decir que el Rock es algo estadounidense…no, de ninguna manera. Y no lo digo de forma burda, como si dijera “EL ROCK ES DE TODOS!!!”. Lo digo porque apenas nació, ya era parte de todos, porque rápidamente empezó a circular en el mundo, porque ya existía la industria musical y la globalización. No dio el tiempo para que se lograra establecer como algo totalmente propio de EEUU. Sí como algo que nació ahí, pero no como algo que es puramente de ellos. Y es porque los que lo crearon no lo hicieron para eso. No se trataba de una reivindicación cultural, sino de la juventud. El Rock SIEMPRE ha sido la música de la juventud. Nació para eso, siempre ha sido para eso y lo será por siempre.  El Rock nació para que los jóvenes se identificaran y punto. Es la música de la transgresión y del cuestionamiento, en momentos hasta ingenuo, pero es eso. Entonces decir que alguien hace música “yanqui”, “imperialista” o el término que se lo ocurra para rebajar el trabajo de los músicos de Rock en Latinoamérica (porque he ahí otra cuestión: no existe el Rock uruguayo, sino el Rock hecho por uruguayos….porque agregarle una cuerda de tambores y mantener intacto prácticamente el resto y decir que es “uruguayo” es lo mismo que decir que Sting hace Rock africano por agregar un par de cantantes de Senegal y una percusión algún instrumento de Mali ) es un grave error porque sería criticar desconociendo el verdadero significado de esta música.

Entonces, uniendo ambas cosas, diría que sí, está bien plantearse esos cuestionamientos, buscar cual es la identidad de uno y entender de dónde provienen las cosas. Pero a su vez hay que saber que es parte de lo que somos todos y que tampoco se puede estar haciendo ese análisis/crítica a todo, menos con ese posicionamiento tan autoritario, menos a algo que no nace de ahí. No hay que ser un crítico arrogante  y totalitarista, pero tampoco un despreocupado e ingenuo, porque al fin y al cabo, el erudito soberbio es tan iluso y sobre todo insoportable como el rockero que dice “ESTO ES ROCK!!!”.

Dicho todo esto, ¿qué podría decirse finalmente de Reyes Estallar? Yo diría que es una banda que hace Rock and Roll, del que todos conocemos, del que a todos les gusta, pero hecho acá, en Uruguay, con la mejor calidad que puede llegar a tener este género en su casi máxima pureza.

Son 2 guitarras, 2 voces y una batería….y no precisan más.



Y aquí lo más importante, que es el link para poder escuchar y descargar el disco: http://reyesestallar.bandcamp.com



HASTA LA PRÓXIMA!!!