viernes, 26 de julio de 2013

Matias Cantante y Los Extraterrestres - "Matias Cantante y Los Extraterrestres"

Volvemos a Uruguay, pero con una propuesta diferente.

Les traigo una banda que forma parte de un círculo de bandas que considero de lo mejor de este país. No solo porque las bandas tienen gran calidad, sino porque entre ellas hay un lazo musical en común. Es de verdad un “movimiento” musical que propone un enfoque que a niveles internacionales no llama tanto la atención, pero sí son los primeros que lo hacen aquí (o tal vez los primeros que lo hacen con calidad).

Lo que traigo hoy es Matias Cantante y Los Extraterrestres.

Esta banda, formada en el 2010, empezó como un proyecto solista del líder, Matias Cantante, quien previamente ya había editado un disco solista llamado “Ovni”. Hoy en día, aunque Cantante sigue manteniendo el liderazgo, se ha transformado en una banda per-se.

Como dije previamente, esta banda no trae nada innovador. No nos encontramos con la nueva revelación musical ni nada parecido. Pero nos devuelven algo que estaba perdido, o que se está perdiendo. Más que un encuentro, es un reencuentro.

Es un reencuentro con las raíces del rock, tanto en música como en actitud. En Los Extraterrestres no hay virtuosismo, no hay paredes de sonido, no hay detalles rebuscados. Es una música que nos devuelve la claridad y pone nuevamente la construcción del producto sonoro a la vista. Lo que se escucha es la construcción misma. Atención, no es que lo contrario esté mal. Reseñas atrás les traje a Sigur Rós, una de las bandas más detallistas de hoy en día. Pero la diferencia es que Sigur Rós produce, no sobreproduce. Hoy en día parecería que las ideas se estuvieran escaseando tanto que solo una ola de detalles pudieran tapar esa falta de originalidad, o más bien, afirman que solo llamando la atención se pudiera lograr algo artísticamente valeroso. Mejor dicho, al parecer, hoy en día, “éxito artístico” es sinónimo de “éxito comercial”.

Los Extraterrestres no pretenden eso, o al menos no parece ser su verdadero objetivo. Como músicos se toman las cosas en serio y saben lo que quieren y saben que lo deben hacer bien. Y lo que quieren hacer no puede tener esa sobrecarga.

Y esto es porque su estilo musical lo pide así: rock and roll con influencias folk y outlaw country (más por el lado del estilo americana) y con una base y actitud punk. Y sí, uno puede agregarle todos los detalles que quiera a estos estilos, pero el más puro rock and roll, el más puro folk, el más puro outlaw country, el más puro punk no los tiene.

El producto, aunque no es innovador, es peculiar, sin duda. Todos estos estilos, en su mayor pureza, están sumamente relacionados. Creo que es eso lo que hace que funcione tan bien y que suene nuevo, pero familiar. Son piezas de puzzle de un rompecabezas más pequeño y estás piezas se unen perfectamente. El resultado no puede defraudar.

Obviamente que dicho esto, miles de bandas pueden venir a la cabeza. Yo nombraría algunas. Por el lado del rock and roll, Rolling Stones, el de la época de oro que va de “Beggars Banquet” a “Exile on Main Street”. Por el lado del folk y el country, Johnny Cash (convengamos que Johnny Cash siempre ha sido desafiante y sin duda, en actitud, fue el verdadero 1er punk). También pondría a Neil Young es su faceta country pesado con banda. Por el lado punk, iría al lado rockandrollero. Tal vez New York Dolls y Ramones. Y no nos podemos olvidar de Creedence Clearwater Revival, quienes fueron los reyes del roots rock y que sin duda hay algo de ellos aquí. Tal vez hayan más u otras influencias, pero me abstuve de preguntarle al líder porque creo que es más interesante leer diferentes opiniones y escuchas,  y bueno, para los que gustan leer este blog, la mía, y no salir a repetir las palabras de los mismos músicos solo para coincidir y dar a creer que acerté.

Algo vital para lograr esto, además de ser lo que le da el toque peculiar a la banda, es su formación:
-          Matias Singer (Cantante) - guitarra acústica y voz
-          Juan Diego Fernandez - trombón, bombardino, percusión y coros
-          Nacho Echeverria - contrabajo, ukelele, percusión y coros
-          Federico Anastasiadis - batería, percusión, armónica y coros

La guitarra acústica es elemental. El sonido y los acordes lo acercan al folk y country, pero es el toque duro y la progresión armónica que gira el volante hacia el rock and roll.

Por el lado de la voz, nos encontramos con 2 caras. Primero, una voz bastante pasiva y bastante infantil cerca de lo nasal. Pero la que le da alma a la banda es una voz cruda que roza el canto y el grito; una voz podrida de cabaret con una actitud ruda y punk. Lo más punk de la banda está en la voz sin duda.

La sección rítmica del bajo y batería es lo que ayuda a que la música nos resulte tan familiar. Los bajos carecientes de virtuosismo, logran líneas que se asemejan mucho a las típicas del roots rock pero con toques de jazz en ciertos momentos, ya que hay bastante uso del clásico walking bass. La batería, con gran uso del redoblante y platillos, también recuerda a las baterías del roots rock, aquellas baterías que solo contaban con los instrumentos de percusión básicos y que se las ingeniaban para darle el ritmo y swing necesario a la banda.

Pero lo más llamativo es el 4to instrumento principal: el trombón. Para empezar, es un instrumento totalmente ajeno al rock. Sin ser en casos de big band, nunca lo vemos presente. Lamentablemente, hasta en el jazz no se le escucha mucho ya. Pero a su vez, ridículamente se le ha asignado un rol de “instrumento humorístico”. Esto es porque en los circos se utilizaba y como la manera más fácil de vender un producto o escenificar algo es haciéndolo de la forma más cliché, el trombón siempre formó parte de esta idiotez. Aquí, este instrumento adopta un rol muy interesante: trombón rítmico, un rol que suplanta a la guitarra eléctrica de riffs. No solo es una idea interesantísima, sino que es un detalle que le da un sonido propio a la banda. Creo que de todos los detalles de la banda, este es el más genial. Y sin duda le da una actitud que poco se escucha en el instrumento, una actitud de rock and roll, una actitud pesada. Y si a alguno no le alcanza con este disco para darse cuenta que este instrumento va más allá de un medio para recordar una situación cómica, por favor, escuchen a Charles Mingus a fines de los ’50 y principios de los ’60. Ahí encontrarán trombones dementes y aniquilantes, sobre todo en “Blues & Roots”, disco que consideró uno de los mejores del jazz y de la historia de la música.

Pero falta un detalle más, el detalle que le da la actitud punk a la banda: la velocidad. En este disco (que es por ahora lo que más describe a la banda) no hay tranquilidad. Siempre hay movimiento, siempre hay swing. No es un disco que llegue a tocar a 1000 km/h como bandas de hardcore punk, pero es un disco en constante movimiento. No es un disco para escucharlo sentado y contemplando. Es un disco para estar encendido. Es un disco que del principio a fin nos lleva en ruedas. Creo que si les digo “es un disco para la ruta”, todos van a comprender. Y dentro de mis valores infantiles y soñadores, este es de los que más amo.

Este disco, titulado igual que la banda, fue lanzado en el 2011. Sin embargo, pasado este tiempo, aún no ha recibido el elogio que merece y por eso esta publicación tiene sentido para mí.

El disco abre con “Feibos y Deibos”, iniciando la musicalización en movimiento de 30 minutos. Mientras el verso parece un pasaje hacia un desierto sin salida, el estribillo nos lleva a un rock and roll con actitud. Aquí ya nos podemos encontrar con las 2 voces de Cantante, estando la “infantil” en el verso y logrando la explosión triturada en el estribillo. A notar el trombón, con un riff muy simple pero que ayuda a generar el ambiente.

“I Never Dance” pretende ser la canción bailable del disco. Cantada en inglés, tiene un swing danzable, que, gracias a la base de jazz de cabaret (bueno, el tema abre con una introducción de jazz de cabaret per-se) y una combinación instrumental que parecería que Tom Waits hubiera colaborado con The Rolling Stones, se logra un toque muy sensual y caliente.

“Luzazul” es la canción más animada y estimulante. Acá las influencias de americana llegan a su máximo. Pero la velocidad del tema lo lleva hacia un lado punk. Es muy interesante lo grande que es la energía de esta canción y al mismo tiempo no hay una gran cantidad de volumen. Sin duda evoca a una persecución cowboy. Aquí la batería llega a su esplendor, logrando un ritmo con potencia y unos arreglos cercanos a un solo en el estribillo. El final es punk acústico.

No puedo evitar al escuchar el principio de “Prayer” asociarlo a la versión acústica de “Cerca de la Revolución” de Charly García. Sin embargo, apenas se unen el resto de los instrumentos, nos vamos a un rock and roll folk pesado que recuerda a The Stooges.

“Hacerme Sentir Mal” tiene una progresión armónica muy típica, pero en el comienzo, la guitarra en forma solista hace notar que los acordes no están armados de la manera más típica. Es el tema más pesado del disco, que sin duda, de estar electrificado, podría ser un buen tema de garage rock. Nuevamente el trombón toma un rol de riff pero esta vez más cercano al de un bajo.

“Nowhere Land” es la más tranquila del álbum, pero aun así tiene mucha energía. Con un ritmo de marcha en su gran mayoría, es una balada con un tono desértico que recuerda en momentos a “Whiskey for the Holy Ghost” de Mark Lanegan. Es interesante el pasaje jazzero que incluido por la mitad.  

“Extraterrestres” describe a la banda de manera perfecta: rock and roll movido con aire de folk y actitud cruda perfecta para la ruta. Es la que pone en tono de fiesta al disco.

“Riding” es un folk tradicional con un tono alegre y sincero. Aquí nos encontramos con una cara más amable de la banda. La voz llega a su nivel más entrañable, rozando la ternura en el pasaje del minuto 2 en adelante.

“Resucitó al otro día” es un blues rock and rollero del más puro, con una voz podrida que le da la presencia necesaria y coros grupales que le dan el tono de fiesta y alcohol. La delicia es la armónica cuya presencia no es de solista sino de detallista.

“Las Naves” cierra el disco de forma desolada, una canción que nos lleva a la perdición. Es el único tema sin batería ni bajo ni trombón. Solamente guitarras y ukelele en una tonada acústica a volumen normal pero con un espíritu devastador. Sin duda la gema del disco que ayuda a dejarnos la idea de que hemos vivido un muy buen disco.

“Matías Cantante y Los Extraterrestres” es de esos discos que aunque nunca se haya escuchado, lo sentimos tan familiar como cualquier otro que conozcamos de memoria. Y esto es porque nos llevan de nuevo a las raíces de la música popular de proveniencia anglosajona: el rock and roll en su pureza, el folk y el country adornando y dándole el sonido característico, y la actitud punk que tiene más años que el estilo musical.

Y algunos podrán decir que no es tan valeroso por no traernos nada nuevo. Pues lo traen y por varias razones.

Para empezar, un clásico método para lograr un avance musical es tomar las formas más puras y adaptarlas a los tiempos presentes. Aquí nos encontramos con eso: sonidos con más de 60 años pero con un enfoque del siglo XXI.

Pero la razón más importante, creo yo, es su procedencia. Aquí en Uruguay no hay bandas que tengan este enfoque. Hay bandas y artistas de rock and roll y hay bandas y artistas folk. Pero ninguna los combina y ninguna los combina en su estado más puro. Ninguna le añade esa actitud que distingue a la banda. Pero más que nada, ninguna lo hace tan bien como ellos.

Son de esas bandas que hacen lo que sienten que tienen que hacer y lo hacen bien, muy bien. Es, por suerte, una de las tantas bandas de la movida under que están en esto por la música y ninguna otra razón. Es de las bandas genuinas y honestas que merecerían ser escuchados mucho más y mucho más que las bandas que dominan el ambiente musical uruguayo.

Matías Cantante y Los Extraterrestres  tiene las agallas y la actitud que precisa el rock de hoy en día, sobre todo el uruguayo.  Y por suerte,  viene acompañado de otra manada de bandas que también estarán en este blog próximamente. Todo sea por la buena y honesta música.


Espero que les guste!!!





Aquí les dejo un link del facebook de la banda, que luego de que escuchen el disco, van a verse en la obligación de clickear "Me Gusta". Hobo Blues propone una actitud ante estas bandas y ese click es parte de ella: https://www.facebook.com/extraterrestresbanda?fref=ts 


Como siempre, les dejo el disco para escucharlo online:



Pero también, gracias a la banda, les dejo un link para que lo puedan descargar: http://www.mediafire.com/download/hbclbtnmx55btp1/MatiasCantanteYLosExtraterrestres.zip



HASTA LA SEMANA QUE VIENE!!!!










viernes, 5 de julio de 2013

Genuflexos - "Rocky Marciano"

Esta vez traigo una banda uruguaya de la movida under. Al comenzar este blog, me propuse 2 objetivos. 

La primera es dar a conocer música que considero que tiene verdadero valor musical y así contribuir, ya que como sabemos, la música es un gran moldeador cultural y por ende social. Si la cultura que se consume es degradante, entonces la sociedad se degrada. 

Pero por otro lado, un gran objetivo es dar a conocer bandas uruguayas, bandas de mi país natal, de la movida under, aquellas que no son las más accesibles por los medios de difusión. ¿Por qué? Para empezar para ayudarlas, pero por sobre todo, porque, conociendo varias de ellas, tienen muchísimo más para ofrecer musicalmente porque lo hacen por la música, por el arte y no por razones económicas, no son parte de la asquerosa industria musical. Y por estas razones, no piensan en cómo lograr mayor consumismo de su arte, no piensan en métodos de comercialización. Creen, en la mayoría de los casos, en la difusión gratuita del arte, porque lo hacen por el arte. Y más que nada, creen en el arte y por ende, toman riesgos, exploran, APORTAN! Su objetivo principal no es encontrar una fórmula que les de dinero como hacen las bandas más conocidas y vendidas de este país y bueno, de TODO el mundo. Es la música.

Dicho esto, procedo a introducirles para algunos y opinar para otros sobre el lanzamiento de una banda a la cual respeto mucho y creo que tienen un enfoque musical sumamente original y arriesgado teniendo en cuenta su procedencia.

Genuflexos es una banda que tiene ya más de 10 años que, con este lanzamiento, tiene ya 2 álbumes, siendo el primero “Ex-Cine Trocadero”.

La banda está integrada por Juan Stoll (voz), Guillermo Stoll (guitarra), Manuel Rilla (guitarra), Jorge Portillo (bajo) y Manuel Sclavo (batería). Lo interesante es que cada integrante tiene su propia “voz” y es la mezcla de ellas lo que logra el sonido particular de la banda.

El sonido que logran es como un acercamiento del siglo XXI a la escena del rock alternativo y under de los ’80 y ’90: un sonido oscuro y experimental capaz de crear ambientes sonoros sin dejar de lado el formato de canción.

En una entrevista, Manuel Rilla nombró 3 bandas: David Bowie, Pixies y The Stooges. Me cuesta encontrar algo de Bowie. Pero si encuentro algo de The Stooges. Tal vez no tanto estilísticamente, pero sí en la actitud desafiante y la agresividad que presenta la música.

En la escucha, ciertas bandas saltan a la mente: Pixies (nombrada por Rilla y que hasta en una escucha super fugaz se le asocia a la banda), Joy Division, Sonic Youth, Cocteau Twins, Public Image Limited, Yo La Tengo, Slint, el sonido del Shoegazing y ciertos toques del grunge clásico. Aunque desconozco si estas han influenciado directamente, en el sonido de la banda están presentes, pues fueron, entre varias, las que iniciaron esta concepción musical y no dudaría que las 4 primeras estén presentes en la cabeza de estos músicos al componer.

Habiendo leído esto y conociendo las bandas, uno ya se puede imaginar que trae entre manos esta banda.

Las canciones tienen una gran carga de guitarras melódicas al estilo del rock alternativo de los ’80 y ’90 con un sonido generalmente limpio y con gran uso de reverb y en muchos casos de delay. Son guitarras que recuerdan a lo más melódico de Lee Ranaldo y Thurston Moore en Sonic Youth, Robin Guthrie de Cocteau Twins e Ira Kaplan de Yo La tengo, entre varios otros. Es Manuel Rilla el encargado de esto más que nada.

Siguiendo la línea estilística, las baterías y bajos no se caracterizan por su virtuosismo ni por hacer cosas que llamen la atención y ayudan a mantener el ritmo de las canciones y sumar en el ambiente que genera la música, o sea, el rol que adoptaban las bandas de este estilo en aquellos años. Algo interesante de los bajos  es que recuerdan a los de Roger Waters en Pink Floyd en sus épocas pre-Dark Side of the Moon.

Las guitarras de Guillermo Stoll son chirriantes, ruidosas y muy experimentales. Siempre rondan entre las alturas definidas y el ruido y sonidos complejos. Son, en gran parte, las que ayudan a darle ese toque de paisaje sonoro a la banda. Sin embargo, no son participaciones que se encuentran en una esquina alejadas del resto de la banda. En la gran mayoría de los casos llevan en sí mismas el ritmo de las canciones. Con todo esto, podríamos relacionar lo que logra Guillermo Stoll a las guitarras experimentales y ruidosas de Ranaldo y Moore en Sonic Youth. Sin embargo, Stoll se acerca más al lado de sonidos ambientales que a participaciones asociadas al ritmo y desarrollo armónico de las canciones.

Finalmente tenemos a Juan Stoll, quien, en mi opinión, es el que finalmente gira el volante unos grados para que la banda vaya en un camino diferente de otras bandas que contribuyen en este estilo. No es el alma de la banda, no digo eso. Es más, creo que es una banda sumamente sólida en la que cada integrante hace una participación fundamental que en la suma logra el resultado total. Pero Stoll tiene una concepción lírica muy distinta a la de prácticamente la mayoría de las bandas del rock y sin duda una muy única en el Uruguay. Sus vocales no contienen letras. Hay palabras existentes y muchísimas inventadas y hasta hay frases. Pero no hay un desarrollo. Se trata más de los fonemas y los sonidos de las mismas. En esto lo podemos asociar a Elizabeth Fraser de Cocteau Twins, quien tampoco escribía letras con sentido literario y exploraba el sonido. Sin embargo, Stoll va hacia otro lado. Fraser nunca dejaba de lado el canto tradicional y se trata de una voz super dulce, clara y cristalina. Stoll lo lleva aún más lejos,  a lo experimental y desafiante, ya que a estas letras sin sentido, le agrega cambios tímbricos de voz, a veces hasta caricaturescos, gritos, pero por sobre todo, una enorme dramatización. Es que hay que tener en cuenta que las palabras no son nada sin su forma de expresarse. Si uno dice “te odio” en forma calma y tierna, el mensaje no se percibe y esto evidencia que el oído humano es más susceptible al mensaje sonoro que al literario de mayor complejidad. Por ende, ¿las vocales de Genuflexos tienen un mensaje literario? No. Pero sí tienen un mensaje emocional cargado enormemente.

La banda tiene un sonido, además de alternativo y experimental, bastante ambiental y espacial. En esto yo lo asemejaría a la primera época de Pink Floyd. Si tuviera que decir un disco, al “Meddle”.

Pero por sobre todo, el ambiente que genera la música de Genuflexos es muy oscuro y agresivo. No es una música con esperanza de ninguna manera. Es bastante solitaria y desolada. Y con la suma de gritos, guitarras chirriantes y otras melódicas, gran uso de platillos, bajos con gran presencia, se genera un sentimiento bastante desesperante, una grito de liberación.

La asociación a Buenos Muchachos, la más importante banda de este estilo en el Uruguay y por suerte, POR SUERTE, una banda que está creciendo poco a poco (ya que es sin duda de las más ricas musicalmente y su crecimiento es sinónimo de un acercamiento a la música mucho más profundo, nutritivo y valeroso por parte de la sociedad), es inevitable. Ambas bandas nacen del mismo árbol y comparten las mismas influencias y tal vez lo que se intenta generar, en cierto modo, es parecido. Aun así, el enfoque de Genuflexos es muchísimo más experimental y más difícil de escuchar. Creo que como “grito de liberación” es más fuerte por ser bastante más complejo y abstracto. Y siendo los sentimientos de este estilo de un nivel de complejidad y abstracción tan grande…

“Rocky Marciano” es el segundo disco de estudio de la banda, lanzado en Abril de este año 2013.

Todo lo que he hecho dicho anteriormente expresa, en su mayoría, lo que percibo y opino sobre este disco. Pero por suerte (y mala para los que se cansan de leer mis interminables reseñas), tengo más para decir.

El disco se caracteriza por lograr todo lo que he dicho anteriormente pero teniendo en cuenta el tiempo. Hay muchas bandas que experimentan y en mi opinión, hacen abuso del tiempo, llevando estas experimentaciones a duraciones largas y en la mayoría de los casos innecesarias. Es verdad que es un enfoque musical que tienta a estar largo rato.

En “Rocky Marciano”, Genuflexos hacen gran uso de la experimentación y de la creación de paisajes sonoros pero son conscientes del tiempo. Son concisos. Ellos presentan una idea y cuando creen que ha quedado claro, terminan o pasan a otra.

Un ejemplo es “Tema viejo tema nuevo”. En este, cercano a los 3 minutos, empieza un “viaje sonoro” que dura hasta el final, haciendo que esto dure 3 minutos. Esta duración, tratándose de un pasaje ambiental, es una duración corta. Pero hay algo importante. Durante estos 3 minutos, este ambiente va modificándose, pasando de algo de una composición ambiental a un canción varias veces, entrando  y saliendo las vocales. Esto hace que este “viaje sonoro” vaya mutando, usando las ideas el tiempo necesario sin llegar a desgastarlas.

Otro excelente ejemplo, siendo en este caso el tema mejor logrado, es “Bowie Noise”.  Este empieza con una guitarra usando el delay al estilo David Gilmour, continuando durante el verso a medida que se añaden los instrumentos. Lo más interesante es el estribillo, donde hay una sobrecarga de sonido desgarradora. El tema cuenta con varias secciones en las que las mismas ideas se varían. Aquí la voz de Stoll llega a su punto máximo.

Es verdad. Tal vez el concepto de canción con un pasaje ambiental se pueda sentir repetitivo.  El problema es que al escuchar esta banda, uno la escucha con oído de rock y un pasaje ambiental es en sí ajeno al formato de una canción, al rock, y por ende es algo llamativo y si se encuentra en varias canciones, se puede percibir como repetitivo. Creo que es algo sumamente subjetivo y se basa más que nada en la falta de costumbre. A nadie se le ocurriría decir que el jazz, más que nada el bebop de los ’50, es repetitivo porque siempre hay un tema introductorio por la banda entera y luego cada uno hace un solo porque es parte del formato de esa música. Bueno, los pasajes ambientales son parte del formato de esta música.

También cuenta con temas cercanos al punk, como “Bar Varela (Perdonalos Garrido)”, un tema de 43 segundos lleno de energía.

“No agites más” debe ser la más alegre dentro de todo. Tiene un ritmo cercano a la bossa nova acompañado de guitarras cristalinas, otras más cargadas de efectos y vocales en un estilo hablado cargadas de reverb.

Como es de esperarse, hay 2 temas puramente ambientales. “Suspenso” se trata básicamente de 2 acordes arpegiados a los que se les va sumando sonidos chirriantes de guitarra, voces indistinguibles y otra clase de sonidos. “El funeral de Mark”, tema que cierra el disco, genera un estado de ilusión enorme. Se trata de sonidos reverberados de altura indefinida y una guitarra haciendo una melodía muy oscura. Es un estado de trance literalmente. Creo que es un genial final para el disco, dejando un sentimiento de suspensión, como si uno estuviera en una nada incoherente y tenebrosa y que nunca más saldrá de ahí y esa va a ser su eterna realidad.

“Rocky Marciano” es un disco excelente sin lugar a dudas. En el rock alternativo experimental es llamativo y muestra un enfoque diferente. Pero creo que su valor se da más por ser uruguayo.

No hay otra banda, ni siquiera Buenos Muchachos, la más cercana a Genuflexos, que suene de esta forma e invita al público de Uruguay a participar de una experiencia musical diferente a la que se escucha en las bandas que dominan la escena del rock y la música popular uruguaya.

Es rock, pero es algo más. El nivel de abstracción y originalidad de “Rocky Marciano” invita a los oyentes a adentrarse en un mundo musical que no es el más escuchado y por ende, a abrir un poco más la cabeza y así permitir una escucha más profunda y contemplativa que se aleja de la superficie banal e intrascendente de las producciones en serie de la industria musical que ha hecho que la música haya perdido su valor cultural y ha creado un consumo de productos que no cuestionan absolutamente nada, tratan de temas que carecen de valor y no ayudan en absoluto a la sociedad y que musicalmente nunca desafían y no aportan nada y hacen que el arte quede estancado y se vuelva un simple medio económico para enriquecer a aquellos que no les interesa en absoluto el significado y el poder del mismo.

Un gran disco y una gran banda que merece un gran reconocimiento. Espero que les guste!





Aquí les dejo el Facebook de la banda para que puedan enterarse de noticias sobre ellos. Un  merecido "Me Gusta" facebookero: https://www.facebook.com/genuflexos?fref=ts


A continuación, les dejo 2 links. Uno para que puedan escuchar el álbum online y otro para que lo puedan descargar. Aún así, si de verdad les gusta y quieren ayudar a la banda, les recomiendo comprar el álbum, porque a su vez, cuenta con una excelente presentación.





HASTA LA SEMANA QUE VIENE!!!!!