Como
sabemos, en la música siempre hay 2 mundos: el que nos quieren hacer
conocer y el olvidado. Esto de alguna define la visión que puede
tener alguien que no esté tan introducido en la cultura de un país
o región. Desde un principio, este blog ha intentado mostrar el lado
oscuro de la música uruguaya actual, la cual, en un momento, quién
escribe también desconocía.
Ahora,
¿qué sucede en los países limítrofes? ¿Qué hay en Argentina?
Hay muchas bandas que han llegado al estrellato. Pero a veces
parecería que el mundo musical fuera limitado, al igual que sucede
en Uruguay.
Pero
retomando lo dicho en el principio, este sería uno de los mundos, el
que nos quieren hacer conocer. Y de un tiempo a esta parte, este blog
ha dejado en claro que ese mundo oculto, al cual solo llegan los que
de verdad quieren, es tan rico (me atrevería a decir más) que aquel
que está al alcance de cualquiera de nosotros. Es más diverso, sin
duda. Pero más que nada, es el menos comprometido y a la vez el más
comprometido. El menos porque en su gran mayoría, no le va a hacer
caso a lo que “deberían” hacer según la industria. El más
comprometido porque lo hacen por la música y más nada, porque no
pueden esperar remuneración alguna de su arte, lamentablemente.
Entonces
volviendo, ¿qué hay en Argentina? Hay muchas cosas desconocidas, o
más bien, conocidas por pocos, los que decidieron llegar. Y por
suerte, de gran nivel. Y este blog se ha tomado el tiempo de ir en
busca de ellos, porque lamentablemente no van a venir a nosotros. Por
suerte lo ha hecho, porque se ha topado con proyectos de enorme
nivel, con búsquedas que van más allá de lo ordinario, que nos
traen algo diferente a lo que entra dentro de la cultura rioplatense
definida por los medios masivos.
En
esta reseña (y en las que aparecerán próximamente) presentamos a
uno de estos artistas argentinos, quien tuvo el agrado de traernos
unos de los discos más interesantes salidos en el 2014: Mariano
Rodriguez.
No
hay mejor uso de la palabra “solista” que el que se le da a este
artista, en todos los sentidos.
Para
empezar, se trata de un guitarrista, en el mayor de los términos. Su
música es instrumental, con la guitarra como volante que conduce,
pues en la mayoría de los temas nos encontramos con este instrumento
solista. Incluso cuándo es acompañado, sigue siendo el estelar.
Pero es además guitarrista por su forma de encarar el instrumento.
No es simplemente una persona que sabe tocar guitarra y decidió
grabar algo. Es un guitarrista porque hay una clara búsqueda por un
sonido particular, una forma de concebir la música a través del
instrumento, una enorme rigurosidad en la técnica, un claro uso del
contrapunto.
Su
música parte del blues, de la rama del denominado “primitivismo
americano”, un género más que nada instrumental con la guitarra
como instrumento principal, iniciado por John Fahey y seguido por
varios como Leo Kottke, Robbie Basho, Peter Lang, Max Ochs y Jack
Rose. Esto ya marca bastante el terreno de su lenguaje guitarrístico,
tanto para la armonía como para la forma de arreglar sus canciones,
en las cuales los arpegios son el recurso más utilizado. Sin
embargo, uno nota ya en una primera escucha que su estilo trasciende
estas influencias. Por un lado, influencias de música clásica,
siendo el principal referente (según él) el guitarrista y
compositor paraguayo Agustín Barrios. También hay mucha
experimentación en la guitarra de Mariano Rodriguez lo cual nos
lleva a influencias como Derek Bailey y los últimos trabajos de John
Fahey.
Pero
hay algo interesante de la música de este artista y es que por más
que su base musical sea el blues, de alguna forma uno se da cuenta
que es latinoamericano, lo cual es raro. Nombra también a Violeta
Parra y Atahualpa Yupanqui como influencias. Eso ya podría darnos
pistas. Pero tal vez va más en su acercamiento a esta música de
origen anglosajón, ya que cuándo uno es de un país ajeno al estilo
que se toca, y además se tiene un enorme desarrollo y consciencia
sobre el trabajo de uno, es imposible no hacer de lo ajeno algo
propio. Tal vez con lo siguiente puede haber alguna pista.
El
2do instrumento de Mariano Rodriguez es el estudio. Cuándo
anteriormente decía solista en todos los sentidos es porque es él
quien graba, edita, hace el arte de tapa...todo. A veces graba entre
paredes de su casa, a veces al aire libre. Pero es él quien tiene
control de todo el trabajo, desde la composición y la interpretación
a la grabación y producción. Y dentro de esta producción se
encuentra el usar el estudio como instrumento.
En
todos sus discos podemos escuchar grabaciones de paisajes sonoros o
discursos, tanto en “crudo” como manipulados con cambios de
velocidad, tono y otras herramientas. Estas mismas son aplicadas a
grabaciones de instrumentos. Entonces esto hace tengamos a un músico
cuyo instrumento es la guitarra y a su vez la electrónica, tomando
ambos un rol igualmente importante.
Estos
paisajes y discursos grabados evidencian el territorio dónde
Rodriguez habita. Estamos escuchando el paisaje sonoro con el que él
se topa cada día. Lo de párrafos anteriores es una composición
instrumental dónde los silencios juegan un rol importante, así como
el que no importe a veces qué nota le sigue a tal sino la suma, o
sea, en qué “territorio” se encuentran esas notas, como si fuera
un paisaje: hay tales notas, tales ritmos, una nota pedal dónde se
encuentra todo, y no importa el orden en cómo se presentan sino el
hecho de que estén esos presentes y no otros. Los cantos de los
pájaros, pasos de la gente, el viento son para los paisajes sonoros
lo que las notas, los ritmos, la nota pedal son a las composiciones.
Entonces
es esa mezcla entre los registros que evidencian el paisaje dónde
Mariano Rodriguez vive (Bariloche, ubicado dentro de la región de la
Patagonia, al sur de Argentina) y su acercamiento a la composición
guitarrística, que parecería tomar elementos de esos paisajes que
hacen que su música, por más que nazca en gran parte de una
tradición anglosajona, lo que hace que su música suene
latinoamericana.
La
discografía de Rodriguez cuenta con unos 9 álbumes (incluyendo el
que traemos hoy). Sin embargo, no es de esos artistas que trata cada
disco que saca como “el nuevo gran disco”. No es un alguien que
intente crear todo un nuevo concepto en cada proyecto y luego lo
trate de esa forma romántica como su nueva gran obra. Es más bien
un artista que tiene su territorio definido y cada disco es un aporte
más a ello. Más que expandir su universo musical, se trata de
entrarle en más detalle a ese paisaje sonoro que nos presenta desde
su primer disco. Con cada escucha, podemos entender aún mejor lo que
teníamos antes. Cada nuevo lanzamiento es una evidencia del trabajo
del día a día, y se pueden apreciar más bien como registros de su
viaje musical, solo para que no lo perdamos en el camino, solo para
que le sigamos la pista.
Su
último trabajo, “Liberation Theology for Beginners”, fue lanzado
el 24 de Diciembre de 2014, el día de Navidad. Y no es casual. El
disco se trata de un homenaje a esta festividad. El mismo Mariano
Rodiguez comenta en el disco: “
''Teología
de la Liberación para principiantes'' es la materialización de un
viejo anhelo, grabar un disco de navidad. Siempre quise hacer un
Álbum Navideño pero nunca logre el consentimiento de mis compañeros
de bandas y desde el 2008 que empecé a tocar como solista cuando
llegaba a fin de año estaba ya sin ganas ni tiempo de grabar algo.
Por lo general empezaba a grabar algo pero lo terminaba mezclando
para las Pascuas de Resurrección, y las pascuas no son lo mismo que
las navidades. Las pascuas son muy dramáticas, hay conspiración,
intriga, entrega, torturas, sangre, muerte y resurrección; y sobre
la muerte y la resurrección vengo haciendo un disco todos los años
desde el 2009. Igual un buen disco de pascuas hecho en Bariloche no
sería una mala idea, un álbum conceptual de pascuas Barilochense
debería ser prensado, pero en vez de vinilo tendría que ser de
chocolate. Volviendo a los Xmas Albums, los que crecimos en el Siglo
XX sabemos la importancia que tuvieron estos productos en la cultura
de masas realzando el espíritu navideño y ayudando a que el
ejercicio de las compañías discográficas cerrase con balances
positivos. ''Teología de la Liberación para principiantes'' un
regalo de las navidades del pasado para todos ustedes”.
Es
un disco relativamente corto, pero con la duración ideal. Son solo 6
temas que tocan varios lugares del terreno musical de Rodriguez,
tanto en estilo musical como en concepción compositiva. Aunque toda
su música es tranquila, tanto por el instrumental como por el punto
de partida para la composición, este disco es particularmente
tranquilo y pasivo, tal vez el más de todos. Es hasta el más
paisajístico, tal vez aquel en el que más se resalta lo que
hablábamos previamente.
El
disco abre con “El turrón de Alicante y el clima subtropical”.
La melodía que inicia el tema domina más de la mitad de la duración
total, repitiéndose una y otra vez con variaciones de acompañamiento
y de velocidad. Lo interesante es que en cada repetición siempre hay
un nuevo detalle. Puede ser mínimo, pero siempre lo hay. Esa
repetición cuasi infinita hace que lo que en un momento entraba
dentro de algo dónde el tiempo importa, de a poco se vuelve
atemporal para dejarnos en claro que se trata del lugar en dónde se
está y no de como este nos lleva a otro ni como el mismo evoluciona.
Esa melodía es sin duda la más pegadiza y mejor desarrollada que
encontraremos en todo el trabajo de Rodriguez. Es un tema muy
triunfal y hasta infantil que despoja enormemente sus influencias
estadounidenses, acercándose a una guitarra de un estilo más
clásico.
“Esta
es la luz de Cristo” nos trae el primer registro sonoro. Parte de la
idea de un disco de Navidad incluye la festividades religiosas de la
época. Y este 2do tema nos trae un registro de una peregrinación
pasando por una de las capillas de su trayecto. Lo que se escucha
aquí es música, pero el desarrollo de este dilema lo dejaré para
el penúltimo tema del disco dónde será más necesario hablar de
ello. Luego de casi 1 minuto de esta grabación, volvemos a la
guitarra de Mariano, quién nos presenta nuevamente un motivo que se
repite una y otra vez, cada repetición con una nueva variación. En
este caso, por tener arreglos un poco menos estipulados, cada vuelta
puede parecer muy semejante (en una escucha más superficial) y
sumamente diferente (en una escucha más atenta).
“La
Fe del converso”, tocada en dobro, se encuentra constantemente en
un pedal de re y es sin duda la más paisajística de todas las que
contienen instrumento. Y esto es por cómo está construida. Si uno
presta atención, se dará cuenta que hay un acorde predominante, en
el cual Mariano se detiene por largo tiempo. Luego encontramos un 2do
acorde que sirve como un eje entre repeticiones del anterior, y
finalmente una serie de acordes disminuidos que funcionan como un
conjunto. En fin, tendríamos 3 elementos. A su vez, no hay melodía
en absoluto. Las miles de variaciones de cómo ordenar las notas de
cada acorde en realidad son arpegiados que decoran la música,
dándole a cada uno de esos acordes no solo una identidad en notas,
sino también en gestos.
Pero
hay un elemento más. En el dobro, luego del puente, hay una parte de
las cuerdas que por tensión suena muy agudo y lejos de la afinación
de la cual está el instrumento. Esto es utilizado como un 4to
elemento en esta composición. Lo interesante es que por más que
suena atonal y lejano a la pieza, Rodriguez utiliza los elementos
rítmicos previos, ayudando a que haya una conexión entre este
elemento y los anteriores, despojándolo enormemente de su carácter
más atonal y dándole un sentido más rítmico que melódico.
El
tema es un paisaje, sin duda. Cada acorde es estirado en el tiempo y
arpegiado de distintas maneras, tal como lo harían los sonidos de un
paisaje. Como dijimos, no importa el orden en qué aparecen, sino que
aparezcan esos y no otros.
“Sendero
Luminso” recuerda mucho a los discos menos new age del sello
Windham Hill, acercándose a músicos como William Ackerman. En este
tema, además de la guitarra, nos encontramos con diferentes flautas,
unas que hacen melodías y adornos musicales y otras que emulan aves.
El tema podría durar horas y horas, por encontrarse siempre en un
mismo acorde y tener una melodía que gira en torno a una serie de
notas con un trayecto nunca claro del todo. Es como si lo que
escucháramos fuese más bien una selección de una grabación larga
más que un tema que en verdad dura 3 minutos. Lo más destacable
aquí es el trabajo de las flautas. Esa emulación de aves lleva a
instrumentos lo que se intenta hacer con las grabaciones de paisajes.
Es transportar esa idea a otros timbres. El fin es el mismo, pero los
medios son otros, y por ende, el resultado es diferente.
“Procesión
a la ermita de la Virgen de las Nieves”
es la más particular. Se trata de la grabación de una procesión
que se hace todos los años en los Barrios del Alto (la zona más
pobre de Bariloche) a la ermita de la Virgen de las Nieves. Cada
capilla de la zona (unas 15-20 en total) recorre unos 12 km en una
camioneta con un sistema de sonido mientras recitan, rezan y cantan
canciones y textos de la iglesia relacionados a la festividad.
Mariano
Rodriguez simplemente tomó un grabador, lo levantó en el aire y lo
direccionaba hacia dónde le gustara. Siempre desde un punto fijo.
Por ende, lo que escuchamos aquí es el ambiente dónde se encontraba
el grabador en ese momento, que tiene como estelar a una de las
capillas que pasaba recitando un texto en el momento. Como esta
capilla se encontraba en movimiento, la grabación tiene una forma de
fade in-fade out, una forma de puente constante. En ningún momento
el volumen es estable. Sube desde muy bajo hasta un punto máximo y
de ahí decrece.
Esto
es música. La mayoría dirán que no, pero lo es. Es una composición
musical. Tiene los timbres que lo conforman y lo hacen ser lo que es
y no otra cosa (los pasos, voces de alrededor y la voz recitadora,
que sería el instrumento principal), tiene una forma muy evidente
(de arco), tiene su “letra”. Sí, es un registro, pero el tema es
que aquí hay una forma, posición y lugar dónde grabar muy
predeterminada. No es que simplemente quería registrar el hecho,
sino que lo quería registrar de una manera muy específica. Además,
no grabó cualquier momento, sino el que escuchamos. Otro momento ya
no sería lo mismo. Estamos viendo una ventana de un cosa mucho más
grande, y es esa elección, esa ventana, lo que lo hace composición.
El decidir cuándo empieza y cuándo termina, dónde ubicar el
micrófono para así resaltar lo que se desea (y a su vez para que se
grabe cómo se desea), el ser consciente (y a la vez elector) de la
forma que va a tener el registro, y finalmente el decidir qué
grabar. Todo eso es composición musical. No hay diferencia alguna
con las concepciones tradicionales de música. Sí, los sonidos y la
sucesión de los mismos no son decididos por quién graba, pero sí
es él quien decide que sean esos y no otros. Y bueno, sin ir más
lejos, John Cage dio lugar a la música aleatoria, dónde las notas y
sucesión de las mismas eran al azar, y lo único que elegía él (a
veces) era el instrumental. A veces ni la forma, a veces
absolutamente nada. Todo al azar. Aquí hay más decisiones de las
que hay en muchísimas composiciones musicales, más que una gran
mayoría de la música popular inclusive, porque a diferencia de
muchos de esos casos, aquí no se tomaron ideas tradicionales ni
establecidas. Todo (o más bien una enorme parte) es decisión de
Mariano Rodriguez.
El
último tema del disco, “El Cuervo y el Cardenal”, nos despide
con una tonada que nos lleva al lado más folk-blues de este artista.
Aunque sin duda tiene menos cosas analizables (en comparación a los
anteriores), es un tema que complementa el disco de muy buena manera,
finalizándolo con algo más tradicional, tanto en composición como
en estilo musical. Un tema muy tranquilo que expresa de a su manera
ese concepto de paisaje, o sea, lo que es ese paisaje para Mariano
Rodriguez en una forma más abstracta y personal.
En
apenas 25 minutos, este artista de Bariloche, Argentina, nos presenta
un disco con un estilo musical muy cercano a todos nosotros, pero que
al verlo con lupa, nos encontramos con varias cosas que pueden
llamarnos la atención y transformar la escucha en algo diferente.
Se
puede escuchar de la misma manera que cualquier otro disco,
obviamente. Eso es lo interesante. Nos da la música y podemos
escucharla como queramos. Él sabe que hay algo fuera de lo común en
él, pero de manera sabia, no nos obliga a ir por ello. No lo
precisa. Si se quiere escuchar como cualquier otro disco (lo cual no
le quitaría nivel de disfrute), adelante. Pero hay algo más por
ahí. No va a aparecerse por voluntad propia. Es como Mariano
Rodriguez grabando esas procesiones navideñas. Hay que tener la
actitud.
En este link podrán entrar a su página de Facebook para seguirle la pista: https://www.facebook.com/pages/-Mariano-Rodriguez-/169751086370371?fref=ts
Y como siempre, el link para escuchar el disco y por suerte, su discografía entera: https://marianorodriguez.bandcamp.com/album/liberation-theology-for-beginners
HASTA LA PRÓXIMA!!!!
1 comentario:
Saludos Santiago y gracias por la recomendacion ! bueno a decir verdad este paisano era desconocido para mi como te lo habia anticipado ,seguramente por expresa culpa de como anuncias en el post del limitado mercado para ambas orillas . Es muy dificil encontrar artistas que se autofinancien (por lo difícil que esta todo) y Rodrigues es uno de estos casos ,ojala la buena estrella lo siga acompañando ya que el talento lo tendrá siempre presente .
Un abrazo
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