miércoles, 13 de mayo de 2015

Cadáver Exquisito - "750 mg"

Lo más interesante de la clasificación de géneros (cuándo no se trata de etiquetar para valorar o desvalorar o simplemente para demostrar cuánto uno supuestamente conoce) es que muchos subgéneros se diferencian entre sí simplemente por la técnica de canto, por un ritmo o por tal mínimo cambio. Y lo más interesante es que los que conocen del tema son HIPER susceptibles a ello. Ese mínimo cambio hace que ya merezca otra denominación. A veces me sorprende cuán sensible puede ser el oído.

Ya hace un tiempo me quedó en claro que si hay algún género musical que tiene esta característica elevada hasta el cielo y más es el metal. La cantidad de sub-géneros, sub-sub-géneros, sub-sub-sub-géneros que hay..... En los estratos más grandes, las diferencias son claras. Nadie confunde el thrash con el doom, ni el black con el death. Pero cuándo se entra más adentro, ahí las diferencias pueden ser tan mínimas que hasta confunden. Aún así existen esas clasificaciones.

Lo más fascinante es el enorme debate de si tal cosa es metal o no. Por un lado, resulta cansador y estúpido, porque en fin, ¿a quién mierda le importa? Pero por otro lado (y el que me interesa), se trata de ver hasta dónde llega el oído y el conocimiento musical. La clasificación de géneros, para mí como músico e intento de escritor, es tomarse el trabajo de entender la música y ver qué métodos se utilizan para componer y tocar, de dónde vienen las influencias, qué contexto social hay, etc. Es de verdad intentar adentrarse en la música, lograr conexiones. No es lo mismo el jazz que el punk, y no es lo mismo el jazz fusión que el bop, ni es lo mismo el hard bop que el post bop. Decir que no es tanta la diferencia o decir que no importan estas distinciones es en realidad no haber escuchado lo suficiente, porque a medida que uno escucha más, se da cuenta de por qué sí es importante, desde un aspecto puramente musical (la soberbia erudita es lo peor que hay en el arte). Después todo el tema de si por ser de algo merece mayor reconocimiento o si esto o aquello, eso sinceramente no es de mi interés. Porque como dice este blog, son recomendaciones musicales, y eso significa que lo primordial es si es de buena calidad e interesante. Luego viene el género.

Hace unos meses una de las bandas uruguayas más interesantes de los últimos años lanzó su 5to álbum (3ero de estudio, pues cuentan también con un split y uno en vivo). La banda se llama Cadáver Exquisito y el disco “750 mg”.

En sus principios era fácil: hard rock, del palo del blues pesado, Led Zeppelin presente. Siempre con un toque “progresivo”: cambios rítmicos, riffs más complejos, etc. Pero en esa vertiente, la improvisación como base. Era una banda pesada, pero el lenguaje musical no iba por esos lados. De alguna forma, podía acercarse a bandas como Oro y Revólver. Claro, menos bluesera y con una actitud más punk, pero de alguna forma se podían unir.

Ahora 3 años después, sacaron un nuevo álbum, dónde entra el problema que presentaba al principio. Claro, problema para alguien que escribe. Para los oyentes no. El hecho de que aparezca este problema desde un principio ya lo transforma en un álbum interesante. Más allá de si gusta o no, entrar en algo que puede generar cierta disputa a la hora de intentar definir que hace un artista musical ya genera algo especial.

Las raíces de blues-rock se han perdido enormemente abriéndole paso a la pesadez previa para que crezca aún más. En realidad, para que todo crezca, porque no solo es un disco más pesado, sino también más agresivo y crudo, más complejo, tanto armónica y melódicamente como rítmica y estructuralmente.

Hay influencias muy claras: Melvins, Black Flag, Fugazi y Shellac (o más bien el trabajo en general de Steve Albini, porque Big Black y Rapeman se pueden rastrear aquí). Podría nombrar otras (es más, para algunos temas debería), pero con esto ya marcamos bastante la cancha.

Una música pesada que se puede asociar al sludge metal y post-hardcore. Es música pesada y con complejidad. Pero no es del pesado naciente de Deep Purple o la camada de NWOBHM. No viene del metal clásico. Viene del metal más rockero, desde Black Sabbath, el cual, avanzando en el tiempo, paso por Black Flag y obtuvo su identidad más punk y compleja, derivándose luego en bandas como Melvins, quienes tomaron lo más pesado y denso, y bandas como Shellac, que tomaron lo más punk y complejo. Es metal, es pesado, pero es del metal que se siente más identificado con el punk. Y cuándo aparece algo de blues, no va tanto por el blues rock pesado sino por el stoner (aunque a veces se hace difícil diferenciar el stoner del sludge cuándo el blues es muy poco evidenciado).

Algo que a veces causa duda en Cadáver Exquisito son las voces. En momentos de los discos anteriores, no quedaban bien (en mi opinión). Sin embargo, en este disco parecen encontrar su identidad finalmente. Las vocales en esta banda siempre giran en torno al grito más que al canto. Incluso cuándo es con voz limpia, la entonación es algo que se roza simplemente para emular la musicalidad. Al adoptar un sonido más punk, este tipo de voz cobra mucho más sentido porque no importa tanto la melodía sino el gesto. Son vocales mucho más cercanas a la sensación que a algo clásico-musical. Y en este disco, trayendo una música que sin duda es más agresiva, este tipo de vocales se ajustan a la perfección.

Algo interesante es el trabajo en banda. En discos anteriores, por el estilo musical, había “trabajo en equipo” obviamente, pero se daba mucho lugar al solista. Incluso cuándo estaban todos direccionados hacia el mismo lado, se podía sentir como solistas trabajando juntos. Es que eso es algo bastante característico del blues rock. Aquí eso se deja de lado y se da lugar a un resultado más “en bloque”. La banda suena como un sólo objeto y no como 4 que se unen. Es como si el trabajo de cada integrante estuviera conectado con el de los demás. Esto se evidencia más que nada con los cambios rítmicos o ciertos ataques. Incluso ciertos arreglos de guitarra, como riffs repetitivos, están en función de algo más de unidad y no tanto como algo solista. Sin duda es de los elementos más clave en este nuevo trabajo.

El disco pasa por varios territorios más allá de lo anteriormente mencionado.

“Julia” inicia con la reminiscencia a Melvins en su 2da etapa (aquella que aparece por mediados de los '90) y dejando lugar a cosas más del estilo de Kyuss (sobre todo en la 2da sección).

“Kraken” es el más cercano a sus trabajos anteriores, lo cual tiene sentido porque es el tema más viejo. Sin embargo, el blues va más por el lado del stoner, como dije anteriormente. Tal vez con una pizca más rockera, al estilo Fu Manchu.


“El Gallo” es de los temas más interesantes. Es metal, sin duda, del género del doom. Pero lo interesante es como va pasando sutilmente por diferentes subgéneros del mismo. Se logra combinar las pequeñas diferencias que hay entre ellos. Lo que en un principio parece ser una especie de tributo al sludge temprano de Melvins en discos como “Lysol” (el ritmo de la batería y la nota pedal de la guitarra lo dejan en claro), rápidamente pasa al stoner más denso de bandas como Sleep, lo cual tampoco se puede decir tan tajantemente porque aparecen detalles que pueden recordar a bandas como Crowbar, y finalmente desembocando en algo con elementos más alternativos que nos pueden llevar a un Melvins más post-hardcore de discos como “Stag”. Tal vez hasta puede recordar a cosas de High on Fire. La transición es sutil y todo esto se puede encontrar, pero lo bueno es que por más que en palabras suene seccionado, en el tema está todo revolviéndose al mismo tiempo. Es una buena síntesis de un género que contiene muchos subgéneros cuyas diferencias a veces son bastante indistinguibles. Nota: aquí las vocales llegan a su punto máximo, tanto en técnica como la decisión de qué estética utilizar.

“Hall” mantiene la pesadez pero deja más en claro las influencias de Steve Albini. En momentos hasta puede recordar lejanamente a Nirvana, lo cual no es raro habiendo sido Albini el productor de “In Utero”.

“Días de humo” es una convivencia de 2 cosas diferentes. En el principio nos encontramos con un stoner denso y lento. De seguir en eso, sería bastante obvio a dónde podría ir, pero al entrar la voz, nos alejamos de esa densidad yéndonos a algo un poco más amigable y melódico, más clásico en algún sentido. Lo más interesante es el giro del final. Aunque vuelve a la misma idea del principio, la incorporación del saxo hace que todo tome otro color. Sigue la densidad, pero el saxo tiende a alivinar las cosas. No sería raro la conexión con King Crimson en su 1er época, sobre todo en “21st Century Schizoid Man”.

“Pelo Pelirrojo” es otro gran tema del disco. Un tema con gran energía dónde lo más ruidoso y punk de la banda se ve demostrado. El post-hardcore que nos lleva a bandas como Shellac y Fugazi ahora se ve acompañado de bandas como Slint. Constructivamente, es el tema más original. No se trata del clásico verso-estribillo-verso ni de un tema con varias secciones. Es como una sola sección que de a poco evoluciona, sumando cada vez más volumen y detalles. Si saltamos del principio a la mitad del tema, esto queda en claro, pues seguimos en la misma idea pero con más colores y relieves. Es lo que se podría decir “música de proceso”.

“Así mejor” combina las influencias de diferentes géneros mejor que ninguna otra. No llega a ser ni lo suficientemente pesado para ir hacia un lado ni lo suficientemente punk para ir al otro. Es un tema con bastantes cambios y detalles. Hay que destacar los diferentes cambios rítmicos (dónde la batería queda como estelar), pero por sobre todo los diferentes arreglos de guitarra que aparecen uno atrás del otro y siempre de buena calidad. Lo más interesante del tema es la sección media, dónde un riff de guitarra se repite una y otra vez y lo que cambia es la base. Es un recurso que nunca queda mal; es inoxidable. En la música en general, la base se mantiene y es la voz superior la que varía, el solista. El cambio de roles siempre es un recurso que nunca falla porque la variación de la base logra simular que la voz superior varía también aunque se mantenga estática. Es como si la esencia de esa voz superior, por ese cambio del acompañamiento (aunque en este caso, tal vez es la voz superior el verdadero acompañamiento), cobrara otra identidad. Su identidad cambia según el contexto y no por cambios en sí mismo. Otro de los grandes temas del disco (que siendo solo 8 en total, 3 de este nivel no es poca cosa).

“750” cierra el disco de forma enérgica y pesada con la impronta punk que caracteriza al disco. No es un tema que resalte por sí mismo, pero dentro del contexto, funciona a la perfección. Como cierre, es ideal.

Uruguay es un país al cual no le ha faltado metal, mucho menos música pesada y con energía. Sin embargo, en mi opinión (aunque al parecer es compartida con varios), nunca han aparecido discos que de verdad sean de gran calidad. Algunos sí, pero la mayoría no. La mayoría son tan acotados musicalmente, con tan poca variedad de influencias, que terminan sonando a esas mismas influencias, un estilo de tributo más. Nada nuevo, más de lo mismo. Y bueno, como suelo decir cruelmente, para escuchar algo que intenta parecerse a otra cosa, mejor escuchar esa otra cosa. Si no hay nada nuevo o interesante para ofrecer, paso.

Claro, entra la disputa de si esto es metal o no y todo eso de lo que hablaba al principio. Lo que sucede es que por alguna razón, siempre que se habla de metal se olvida de toda la gama del doom, más que nada de los géneros más punk y rockeros como el stoner y el sludge. Es metal, no se cuestiona. De no serlo según ciertos puristas sin fundamentos, habría que dejar de hablar de bandas como Blue Cheer y Black Sabbath....y al que se le ocurra decir que esas bandas no son fundadoras del metal, estárian demasiado equivocados. Y si dicen que lo son, entonces sepan que este tipo de metal es el que está más relacionado a ellos.

“750 mg” es uno de esos discos que faltaban en el rock uruguayo, en el rock más pesado. Hacía falta un disco que de verdad pusiera este género del metal en presencia y con calidad. Pero más que nada, hacía falta de alguna banda que por más que sus influencias fueran claras, tuvieran algo para ofrecernos que nos obligue a ir a ellas si es esa música en específico lo que estamos buscando, algo que dijera “esto es de esta banda y no de otra”.

Obviamente Cadáver Exquisito no es la nueva gema del rock ni nos traen algo indescriptible. Es clasificable sí, pero no por ello dejan de ser Cadáver Exquisito. No son una banda más. No tomaron los elementos y trucos de estos estilos para imitarlos y listo. Le han encontrado su propia forma, otra forma de interpretar esta mezcla.

Este disco sin duda será de lo mejor de este año en el Uruguay. Y por suerte, junto a “Jabalismo” de Hijo Agrio (que será objeto de la próxima reseña y con quienes se presentan hoy Jueves 14 en el Solitario Juan), nos ha traído buen metal, del más denso y pesado, del más agresivo y punk, del que hacía falta.





Como siempre, links:


Y aquí podrán escuchar este gran disco, así como otros: https://cadaverexquisito75.bandcamp.com/






HASTA LA PRÓXIMA!!!!!




1 comentario:

Frodo dijo...

Buena banda, voy a escuchar lo que hicieron antes.
Saludos!