viernes, 26 de julio de 2013

Matias Cantante y Los Extraterrestres - "Matias Cantante y Los Extraterrestres"

Volvemos a Uruguay, pero con una propuesta diferente.

Les traigo una banda que forma parte de un círculo de bandas que considero de lo mejor de este país. No solo porque las bandas tienen gran calidad, sino porque entre ellas hay un lazo musical en común. Es de verdad un “movimiento” musical que propone un enfoque que a niveles internacionales no llama tanto la atención, pero sí son los primeros que lo hacen aquí (o tal vez los primeros que lo hacen con calidad).

Lo que traigo hoy es Matias Cantante y Los Extraterrestres.

Esta banda, formada en el 2010, empezó como un proyecto solista del líder, Matias Cantante, quien previamente ya había editado un disco solista llamado “Ovni”. Hoy en día, aunque Cantante sigue manteniendo el liderazgo, se ha transformado en una banda per-se.

Como dije previamente, esta banda no trae nada innovador. No nos encontramos con la nueva revelación musical ni nada parecido. Pero nos devuelven algo que estaba perdido, o que se está perdiendo. Más que un encuentro, es un reencuentro.

Es un reencuentro con las raíces del rock, tanto en música como en actitud. En Los Extraterrestres no hay virtuosismo, no hay paredes de sonido, no hay detalles rebuscados. Es una música que nos devuelve la claridad y pone nuevamente la construcción del producto sonoro a la vista. Lo que se escucha es la construcción misma. Atención, no es que lo contrario esté mal. Reseñas atrás les traje a Sigur Rós, una de las bandas más detallistas de hoy en día. Pero la diferencia es que Sigur Rós produce, no sobreproduce. Hoy en día parecería que las ideas se estuvieran escaseando tanto que solo una ola de detalles pudieran tapar esa falta de originalidad, o más bien, afirman que solo llamando la atención se pudiera lograr algo artísticamente valeroso. Mejor dicho, al parecer, hoy en día, “éxito artístico” es sinónimo de “éxito comercial”.

Los Extraterrestres no pretenden eso, o al menos no parece ser su verdadero objetivo. Como músicos se toman las cosas en serio y saben lo que quieren y saben que lo deben hacer bien. Y lo que quieren hacer no puede tener esa sobrecarga.

Y esto es porque su estilo musical lo pide así: rock and roll con influencias folk y outlaw country (más por el lado del estilo americana) y con una base y actitud punk. Y sí, uno puede agregarle todos los detalles que quiera a estos estilos, pero el más puro rock and roll, el más puro folk, el más puro outlaw country, el más puro punk no los tiene.

El producto, aunque no es innovador, es peculiar, sin duda. Todos estos estilos, en su mayor pureza, están sumamente relacionados. Creo que es eso lo que hace que funcione tan bien y que suene nuevo, pero familiar. Son piezas de puzzle de un rompecabezas más pequeño y estás piezas se unen perfectamente. El resultado no puede defraudar.

Obviamente que dicho esto, miles de bandas pueden venir a la cabeza. Yo nombraría algunas. Por el lado del rock and roll, Rolling Stones, el de la época de oro que va de “Beggars Banquet” a “Exile on Main Street”. Por el lado del folk y el country, Johnny Cash (convengamos que Johnny Cash siempre ha sido desafiante y sin duda, en actitud, fue el verdadero 1er punk). También pondría a Neil Young es su faceta country pesado con banda. Por el lado punk, iría al lado rockandrollero. Tal vez New York Dolls y Ramones. Y no nos podemos olvidar de Creedence Clearwater Revival, quienes fueron los reyes del roots rock y que sin duda hay algo de ellos aquí. Tal vez hayan más u otras influencias, pero me abstuve de preguntarle al líder porque creo que es más interesante leer diferentes opiniones y escuchas,  y bueno, para los que gustan leer este blog, la mía, y no salir a repetir las palabras de los mismos músicos solo para coincidir y dar a creer que acerté.

Algo vital para lograr esto, además de ser lo que le da el toque peculiar a la banda, es su formación:
-          Matias Singer (Cantante) - guitarra acústica y voz
-          Juan Diego Fernandez - trombón, bombardino, percusión y coros
-          Nacho Echeverria - contrabajo, ukelele, percusión y coros
-          Federico Anastasiadis - batería, percusión, armónica y coros

La guitarra acústica es elemental. El sonido y los acordes lo acercan al folk y country, pero es el toque duro y la progresión armónica que gira el volante hacia el rock and roll.

Por el lado de la voz, nos encontramos con 2 caras. Primero, una voz bastante pasiva y bastante infantil cerca de lo nasal. Pero la que le da alma a la banda es una voz cruda que roza el canto y el grito; una voz podrida de cabaret con una actitud ruda y punk. Lo más punk de la banda está en la voz sin duda.

La sección rítmica del bajo y batería es lo que ayuda a que la música nos resulte tan familiar. Los bajos carecientes de virtuosismo, logran líneas que se asemejan mucho a las típicas del roots rock pero con toques de jazz en ciertos momentos, ya que hay bastante uso del clásico walking bass. La batería, con gran uso del redoblante y platillos, también recuerda a las baterías del roots rock, aquellas baterías que solo contaban con los instrumentos de percusión básicos y que se las ingeniaban para darle el ritmo y swing necesario a la banda.

Pero lo más llamativo es el 4to instrumento principal: el trombón. Para empezar, es un instrumento totalmente ajeno al rock. Sin ser en casos de big band, nunca lo vemos presente. Lamentablemente, hasta en el jazz no se le escucha mucho ya. Pero a su vez, ridículamente se le ha asignado un rol de “instrumento humorístico”. Esto es porque en los circos se utilizaba y como la manera más fácil de vender un producto o escenificar algo es haciéndolo de la forma más cliché, el trombón siempre formó parte de esta idiotez. Aquí, este instrumento adopta un rol muy interesante: trombón rítmico, un rol que suplanta a la guitarra eléctrica de riffs. No solo es una idea interesantísima, sino que es un detalle que le da un sonido propio a la banda. Creo que de todos los detalles de la banda, este es el más genial. Y sin duda le da una actitud que poco se escucha en el instrumento, una actitud de rock and roll, una actitud pesada. Y si a alguno no le alcanza con este disco para darse cuenta que este instrumento va más allá de un medio para recordar una situación cómica, por favor, escuchen a Charles Mingus a fines de los ’50 y principios de los ’60. Ahí encontrarán trombones dementes y aniquilantes, sobre todo en “Blues & Roots”, disco que consideró uno de los mejores del jazz y de la historia de la música.

Pero falta un detalle más, el detalle que le da la actitud punk a la banda: la velocidad. En este disco (que es por ahora lo que más describe a la banda) no hay tranquilidad. Siempre hay movimiento, siempre hay swing. No es un disco que llegue a tocar a 1000 km/h como bandas de hardcore punk, pero es un disco en constante movimiento. No es un disco para escucharlo sentado y contemplando. Es un disco para estar encendido. Es un disco que del principio a fin nos lleva en ruedas. Creo que si les digo “es un disco para la ruta”, todos van a comprender. Y dentro de mis valores infantiles y soñadores, este es de los que más amo.

Este disco, titulado igual que la banda, fue lanzado en el 2011. Sin embargo, pasado este tiempo, aún no ha recibido el elogio que merece y por eso esta publicación tiene sentido para mí.

El disco abre con “Feibos y Deibos”, iniciando la musicalización en movimiento de 30 minutos. Mientras el verso parece un pasaje hacia un desierto sin salida, el estribillo nos lleva a un rock and roll con actitud. Aquí ya nos podemos encontrar con las 2 voces de Cantante, estando la “infantil” en el verso y logrando la explosión triturada en el estribillo. A notar el trombón, con un riff muy simple pero que ayuda a generar el ambiente.

“I Never Dance” pretende ser la canción bailable del disco. Cantada en inglés, tiene un swing danzable, que, gracias a la base de jazz de cabaret (bueno, el tema abre con una introducción de jazz de cabaret per-se) y una combinación instrumental que parecería que Tom Waits hubiera colaborado con The Rolling Stones, se logra un toque muy sensual y caliente.

“Luzazul” es la canción más animada y estimulante. Acá las influencias de americana llegan a su máximo. Pero la velocidad del tema lo lleva hacia un lado punk. Es muy interesante lo grande que es la energía de esta canción y al mismo tiempo no hay una gran cantidad de volumen. Sin duda evoca a una persecución cowboy. Aquí la batería llega a su esplendor, logrando un ritmo con potencia y unos arreglos cercanos a un solo en el estribillo. El final es punk acústico.

No puedo evitar al escuchar el principio de “Prayer” asociarlo a la versión acústica de “Cerca de la Revolución” de Charly García. Sin embargo, apenas se unen el resto de los instrumentos, nos vamos a un rock and roll folk pesado que recuerda a The Stooges.

“Hacerme Sentir Mal” tiene una progresión armónica muy típica, pero en el comienzo, la guitarra en forma solista hace notar que los acordes no están armados de la manera más típica. Es el tema más pesado del disco, que sin duda, de estar electrificado, podría ser un buen tema de garage rock. Nuevamente el trombón toma un rol de riff pero esta vez más cercano al de un bajo.

“Nowhere Land” es la más tranquila del álbum, pero aun así tiene mucha energía. Con un ritmo de marcha en su gran mayoría, es una balada con un tono desértico que recuerda en momentos a “Whiskey for the Holy Ghost” de Mark Lanegan. Es interesante el pasaje jazzero que incluido por la mitad.  

“Extraterrestres” describe a la banda de manera perfecta: rock and roll movido con aire de folk y actitud cruda perfecta para la ruta. Es la que pone en tono de fiesta al disco.

“Riding” es un folk tradicional con un tono alegre y sincero. Aquí nos encontramos con una cara más amable de la banda. La voz llega a su nivel más entrañable, rozando la ternura en el pasaje del minuto 2 en adelante.

“Resucitó al otro día” es un blues rock and rollero del más puro, con una voz podrida que le da la presencia necesaria y coros grupales que le dan el tono de fiesta y alcohol. La delicia es la armónica cuya presencia no es de solista sino de detallista.

“Las Naves” cierra el disco de forma desolada, una canción que nos lleva a la perdición. Es el único tema sin batería ni bajo ni trombón. Solamente guitarras y ukelele en una tonada acústica a volumen normal pero con un espíritu devastador. Sin duda la gema del disco que ayuda a dejarnos la idea de que hemos vivido un muy buen disco.

“Matías Cantante y Los Extraterrestres” es de esos discos que aunque nunca se haya escuchado, lo sentimos tan familiar como cualquier otro que conozcamos de memoria. Y esto es porque nos llevan de nuevo a las raíces de la música popular de proveniencia anglosajona: el rock and roll en su pureza, el folk y el country adornando y dándole el sonido característico, y la actitud punk que tiene más años que el estilo musical.

Y algunos podrán decir que no es tan valeroso por no traernos nada nuevo. Pues lo traen y por varias razones.

Para empezar, un clásico método para lograr un avance musical es tomar las formas más puras y adaptarlas a los tiempos presentes. Aquí nos encontramos con eso: sonidos con más de 60 años pero con un enfoque del siglo XXI.

Pero la razón más importante, creo yo, es su procedencia. Aquí en Uruguay no hay bandas que tengan este enfoque. Hay bandas y artistas de rock and roll y hay bandas y artistas folk. Pero ninguna los combina y ninguna los combina en su estado más puro. Ninguna le añade esa actitud que distingue a la banda. Pero más que nada, ninguna lo hace tan bien como ellos.

Son de esas bandas que hacen lo que sienten que tienen que hacer y lo hacen bien, muy bien. Es, por suerte, una de las tantas bandas de la movida under que están en esto por la música y ninguna otra razón. Es de las bandas genuinas y honestas que merecerían ser escuchados mucho más y mucho más que las bandas que dominan el ambiente musical uruguayo.

Matías Cantante y Los Extraterrestres  tiene las agallas y la actitud que precisa el rock de hoy en día, sobre todo el uruguayo.  Y por suerte,  viene acompañado de otra manada de bandas que también estarán en este blog próximamente. Todo sea por la buena y honesta música.


Espero que les guste!!!





Aquí les dejo un link del facebook de la banda, que luego de que escuchen el disco, van a verse en la obligación de clickear "Me Gusta". Hobo Blues propone una actitud ante estas bandas y ese click es parte de ella: https://www.facebook.com/extraterrestresbanda?fref=ts 


Como siempre, les dejo el disco para escucharlo online:



Pero también, gracias a la banda, les dejo un link para que lo puedan descargar: http://www.mediafire.com/download/hbclbtnmx55btp1/MatiasCantanteYLosExtraterrestres.zip



HASTA LA SEMANA QUE VIENE!!!!










5 comentarios:

Gerardo Roca dijo...

Oye! Rico, rico este disco ¿eh?

Jorge García dijo...

Ya lo tengo descargado y aprovecho esta mañana de domingo para escucharlo con atención, lo cierto es que tu fantastica entrada invita ha hacerlo con ganas e ilusión, te cuento amigo.
Un saludo.

Roque Soto dijo...

De corazón, gracias por tus conocimientos y larga vida a este blog.

Un cordial saludo
Roque

Unknown dijo...
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Unknown dijo...
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