martes, 3 de marzo de 2015

Diente de Madera - "Pichón"

Siguiendo con los artistas del otro lado del río, hoy traemos uno que ha tenido una interesante búsqueda dentro de un género que a todos nos resulta muy familiar.

Diente de Madera, el proyecto solista de Jonah Schwartz, un estadounidense radicado en Argentina. Ya sin escuchar su música podemos guiarnos bastante por el nombre. De haber alguien con un diente de madera, sería alguien, para empezar, de poco dinero, con una vida más austera, más rústica, más salvaje. Tal vez no por elección propia, pero es la que le tocó. Este nombre es de esas excelentes decisiones, porque juega dentro de la estética que nos presenta este artista.

La música de Diente de Madera claramente parte del folclore estadounidense, lo derivado del blues. Para ser más específicos, nace de lo que se denomina Old Time music, el cual combinaba el blues y la música de danza con el folclore de los apalaches. Como el instrumento que escuchamos aquí es el banjo (lo cual ya le da un toque diferente a los proyectos de la índole de estas zonas latinoamericanas a los que estamos habituados a escuchar), esta influencia es aún más evidenciada, teniendo como referentes a otros cantautores del estilo cuyo instrumento era el banjo como Dock Boggs, Clarence Ashley, Buell Kazee y Bascom Lamar Lunsford.

Por este lado, la música de Diente de Madera puede sonar añeja, aunque, por tratarse de folclore, es música que trasciende el tiempo. Es inoxidable, como cualquier folclore en cualquier parte del mundo. Sin embargo falta un enorme detalle, aquel que hace que la música aquí tenga un giro diferente y original.

La 2da gran influencia es el minimalismo. Pero no la idea del uso de pocos materiales o cosas simples, sino la estética creada en los '60, la cual tenía como pilares a los compositores académicos La Monte Young, Terry Riley, Steve Reich y Philip Glass. En la música de ellos, la repetición era la base. Una repetición desenfrenada, dónde ya no entraba en juego el discurso musical tradicional, con armonías, diferentes líneas melódicas, sino el lento desarrollo, el juego con la percepción, los cambios mínimos, que con el transcurso del tiempo van causando un estilo de trance en el oyente dónde el tiempo deja de existir y es solo una mera prueba de la variación rítmica y tímbrica.

Dicho esto, hay que agregar que la repetición en Diente de Madera es algo esencial. Los riffs se repiten una y otra vez, siempre sobre una misma nota pedal. Por lo cual no hay acordes ni progresiones armónicas. Pero a esto se le agrega que el banjo está conectado a un pedal de delay, por lo cual, todo lo que toca es luego repetido a una distancia de menos de 1 segundo. La repetición de los riffs tocados velozmente, lo cuales son a su vez repetidos por el pedal de delay, hacen que estos dejen de tener el carácter clásico de riff y pasen a ser una especie de tela dónde no importa tanto cuándo sucede tal cosa, sino que suceda. Es como un mar de sonido, una especie de clima. Esto es muy interesante porque hace que una música que clásicamente tiene un carácter de canción pase a ser algo más ambiental, un estilo de paisaje que tiene pocos cambios. Es algo con mucho movimiento pero en realidad nunca se avanza, como si nos quedáramosquietos y todo lo que nos rodea se moviera. Eso es lo que se busca en el minimalismo y por eso es que el uso del delay en Diente de Madera no es algo efectista como lo suele ser. El resultado puede ser parecido, pero él lo busca como un concepto estético y no como algo que se deja ser por su simple idiosincrasia. Por ende, por ser algo que se acerca a algo más bien ambiental, podríamos decir que de los 4 pilares del minimalismo, los más claros aquí son La Monte Young y Terry Riley, sobre todo el 2do, ya que tuvo una etapa en dónde improvisaba líneas melódicas pasadas por delay mientras se escuchaba una nota pedal que daba el punto de apoyo.

Schwartz ya tenía un proyecto que partía del folk, llamado Springlizard, con el cual grabó 3 discos que se pueden escuchar aquí: https://springlizard.bandcamp.com/ 
Sin embargo, ahí lo interesante era el juego contrapuntístico entre las guitarras y las voces. Aquí, como comenté anteriormente, va por otro lado. Parece ser una estética mucho más premeditada.

Este EP es su primera grabación, el cual fue lanzado como un split junto a Pan del Indio (quién será el protagonista de la próxima reseña, ya que no solo hay que completar el disco, sino que es otro de los artistas de Argentina que Hobo Blues pretendía presentar). Fue lanzado a finales del 2014 como “Little Saddie EP” y luego como el split “Pichón” en Enero de este año 2015. Una edición super limitada en cassette del split es el único formato físico en el que se puede encontrar.

Como siempre, un EP es una corta duración, aunque muchas veces la ideal. Y puede tomarse como una especie de ensalada de todo lo que un artista hace o tener un concepto. Y por lo dicho anteriormente, es evidente cual de las 2 opciones eligió este artista.

Aunque ya el planteamiento estético descrito anteriormente marca enormemente el terreno, en este disco hay una homogeneidad indiscutible. Para empezar, todos los temas se encuentran en la misma tonalidad, o aproximadas. Todas en Re, con un pedal constante de esta nota. El delay siempre puesto con la misma respuesta, las voz siempre cantada dentro del mismo registro y con la misma actitud, todos los temas están mezclados y producidos con el mismo sonido. En sí, es como un largo mantra dividido en 4 partes. Decir que un tema gusta más que otro sería hasta un poco burdo, pues todos los temas rondan por el mismo lugar. Claramente es un todo. Hay que escucharlo de principio a fin. Si lo viéramos con ojos del minimalismo, sería como una única pieza y cada canción, cada parte, seria como la variación rítmica y tímbrica que va apareciendo de a poco. Es un paisaje musical que con el tiempo va cambiando, pero siempre es el mismo paisaje. Son simples reordenamientos de los materiales ya presentes.

Sin duda es un músico a destacar. Su producción nos trae una música folclórica muy conocida a la cual se le incorpora el uso de efectos también ya muy conocidos. Y es destacable esta unión, pues se logra un sonido sumamente particular. Pero es más destacable que esta unión no es por simple costumbre o gusto. No es que fuera alguien que está habituado a tocar folk estadounidense y a la vez le gusta algo que erroneamente siempre se asocia con la psicodelia. Esta unión es premeditada, la estética fue planeada. Parece estar todo calculado dentro de este ambiente rústico y etéreo.

Es que Diente de Madera nos trae lo mejor que puede ser un artista: salvaje, pero con inteligencia.




Como siempre, los links:

Aquí el Facebook de Diente de Madera para seguirlo: https://www.facebook.com/dientedemadera?fref=ts

Y aquí podrán escuchar su parte en el split "Pichón": https://dientedemadera.bandcamp.com/releases

A su vez, aquí tienen un video reciente de una de sus presentaciones en vivo: https://www.youtube.com/watch?v=5Outl4CxKxQ





HASTA LA PRÓXIMA!!!!!








1 comentario:

Juancho Farias dijo...

Vaya que propuesta mi amigo ! tu si que hurgas bien abajo para acercarnos a estos artistas que en mi caso particular no controlamos .
Música para músicos lo llamaría yo ,un abrazo y lo mejor para tu cruzada de charco .